Los condensadores evaporativos son equipos, por estructura y función, muy similares a las torres de refrigeración pero la principal diferencia estriba en el uso y modo de funcionamiento. Los condensadores están destinados a la condensación de gases en general (butano, propano, butileno, pentano, CO2, vapor de agua, etc.), así como a la condensación de gases refrigerantes en los sistemas de acondicionamiento de aire y frío industrial. El agua se pulveriza directamente sobre un sistema de conductos en cuyo interior circula un refrigerante inicialmente en estado gaseoso y que por el enfriamiento del agua pasa a estado líquido. El refrigerante circula por un circuito totalmente independiente sin contacto con el agua.
El principio de enfriamiento de estos equipos se basa en la evaporación, el equipo produce una nube de gotas de agua bien por pulverización, bien por caída libre que se pone en contacto con una corriente de aire. La evaporación superficial de una pequen?a parte del agua inducida por el contacto con el aire, da lugar al enfriamiento del resto del agua que cae en la balsa a una temperatura inferior a la de pulverización.El uso más habitual de estos equipos esta asociado a los sistemas de refrigeración, tanto en aire acondicionado como en producción de frío (hostelería, alimentación, laboratorios, etc.), sin embargo, en el ámbito industrial estos equipos se usan para el enfriamiento de cualquier parte de un proceso que genere calor y deba ser disipado (por ejemplo, procesos de molienda que generan calor por fricción, enfriamiento de reacciones exotérmicas, disipación de calor residual en centrales de producción de energía eléctrica, etc.).
En el Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y el control de la legionelosis, se incluye a las torres de refrigeración dentro de las “instalaciones con mayor probabilidad de proliferación y dispersión de Legionella”.
Existen diferentes de tipos de condensadores evaporativos, pero actualmente en todas se ha eliminado el uso de rellenos de celulosa, madera o fibrocemento que anteriormente eran bastante comunes. La legislación vigente no permite la utilización de estos materiales porque favorecen el crecimiento microbiológico y los brotes de legionella SP.
Existen equipos de múltiples tamaños y estructuras según la potencia a disipar, el fabricante, los materiales, etc., sin embargo podríamos clasificar las torres de refrigeración en varios tipos:
Durante el funcionamiento de estas instalaciones se generan situaciones que incrementan el riesgo de ploriferación de la bacteria de la legionella.
En las revisiones de la instalación se comprueba el correcto funcionamiento, y su estado de conservación de todos los elementos de la torre de refrigeración, bandeja, relleno, tuberías, filtros de agua, boquillas, separador de gotas y equipos de desinfección del agua, cada una de estas revisiones se realiza de acuerdo a la frecuencia que marca el real decreto que puede ser trimestral, mensual o semestral en dependiencia del resultado de la evaluación de riesgo realizada por nuestros técnicos .
La toma de muestas de legionella SP en un condensador evaporativo se debe realizar como mínimo trimestral y también a los 15 días de cualquier limpieza y desinfección realizada, el recuento debe ser basado en la Norma UNE ISO 11731.
** En estas instalaciones también hay que hacer mediciones frecuentes de cloro, temperatura, ph, conductibidad, turbidez, hierro total y aerobios.
Las instalaciones que utilicen agua en su funcionamiento, produzcan
aerosoles y se encuentren ubicadas en el interior o exterior de
edificios de uso colectivo, instalaciones industriales o medios de
transporte que puedan ser susceptibles de convertirse en focos para la
propagación de la legionella, durante su funcionamiento, pruebas de
servicio o mantenimiento están obligadas a mantener un control, limpieza y desinfección de cada instalación.